La discriminación por embarazo en el trabajo es cuando un empleador trata de forma desfavorable a una mujer embarazada o a una postulante a un empleo por su embarazo o maternidad.
Lee también: ¿Eres trabajadora y estás embarazada? Descubre cómo pedir la incapacidad por maternidad en el IMSS
La discriminación por embarazo está muy ligada al hostigamiento laboral, ya que detona una serie de formas violentas, excluyentes y perversas para lograr que la mujer embarazada presente su renuncia de forma voluntaria.
Cuando ella misma no renuncia, la mujer es despedida de una forma directa, autoculpabilizándola de su propio despido por no poder hacer bien el trabajo, por “no servir”, por ser su situación contraproducente para los intereses del negocio o de la empresa y por no haberse cuidado.
Algunas de las formas en las que se puede manifestar la discriminación por embarazo son:
Por ello, la ley constituye violencia laboral cuando existe discriminación, distinción, exclusión o restricción en contra de una mujer solicitante de empleo, debido a su maternidad, a su embarazo o a su lactancia.
La prevención, investigación, atención y sanción de este delito corresponde a diferentes autoridades federales y locales. Las sanciones a las empresas por discriminar a mujeres y personas con capacidad de gestar que estén embarazadas o estén ejerciendo su maternidad pueden ir desde lo administrativo hasta lo penal.
A la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) se le ordena realizar las acciones necesarias, para que las autoridades competentes, lleven a cabo registros homologados, confiables y desagregados sobre los casos de discriminación.
El artículo 15 de dicho marco legal indica que las autoridades deberán sancionar al superior jerárquico de la persona discriminadora en el centro laboral.
De acuerdo con la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), hay tres tipos de medidas que necesita de manera urgente la víctima: