Recientemente trascendió la noticia del fallecimiento de Adam Harrison, hijo del popular Rick Harrison que alcanzó la fama por aparecer en el programa de televisión El Precio de la Historia.
Según reportó el medio estadounidense TMZ, habría muerto de una sobredosis a los 39 años, motivo por el cual su padre se lamentó en su cuenta de Instagram: "Te quiero, Adam. ¡Siempre estarás en mi corazón!".
Si bien Adam nunca apareció en el show, puesto que ahí salían Rick, el finado abuelo Richard Benjamin Harrison (también conocido como "el viejo"), el nieto Corey Harrison (hermano de Adam), así como Chumlee, sí ha despertado diversos comentarios de apoyo entre los seguidores.
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En este contexto, cabe recordar tres lecciones que aprendimos viendo El Precio de la Historia (originalmente Pawn Stars), las cuales pueden aplicarse en los negocios, pero también en la vida diaria.
Esta máxima de los negocios aparece representada una y otra vez en El Precio de la Historia, pues los trabajadores de esta casa de empeño siempre buscan obtener los mejores tratos con los objetos históricos que reciben.
Por eso son famosas frases como "te ofrezco esta cantidad de dinero y me estoy arriesgando", al igual que "no lo sé, Rick, parece falso", esta última para denotar que no se debería pagar de más por un producto que no lo vale.
Una de las partes más interesantes de "Pawn Stars" son las negociaciones, donde se observa que Rick y compañía jamás lanzan la primera oferta porque saben que esto sería devastador.
También debemos recalcar que conocen el valor de los objetos que reciben, y cuando no es así, consultan a algún experto que pueda informarlos, con lo que consiguen tomar mejores decisiones.
Gracias a ello, cuando el cliente lanza una oferta ellos contraatacan con una mucho más baja, por ejemplo, desde 450 dólares hasta solo 150, lo cual podría resultar en una contraoferta de 200 dólares.
Y en caso de no llegar a un acuerdo que los beneficie, saben terminar con la negociación y dejar que se vaya el objeto en cuestión, ya que su casa de empeño, además de aparecer en un reality show, no deja de ser un negocio.
Por último, hay que señalar que el trabajo con familiares puede ser muy satisfactorio, aunque también puede traer roces y dificultades que en el caso de "El Precio de la Historia" podrían encontrarse tras bambalinas.
Como manifestó Rick Harrison en una ocasión, "la mejor parte de mi negocio es trabajar con mi familia, y la peor parte de mi negocio también es trabajar con mi familia. Hay que establecer reglas y que todos estén de acuerdo".