En un mundo lleno de incertidumbres, una de las mejores herramientas para poder encontrar un equilibrio financiero es mediante un presupuesto. De acuerdo con diversas instituciones bancarias, la gestión del presupuesto no solo nos permite tener un control de nuestros ingresos, sino que también nos ofrece la oportunidad de ver a qué gastamos nuestro dinero y la opción de establecer metas financieras a mediano y largo plazo.
Contar con esta estrategia ayuda a la estabilidad emocional de las personas, pues evita el famoso estrese financiero, el cual es uno de los principales causantes del deterioro de la salud mental y física de cientos de personas. Es por ello que la mayoría de los bancos en México recomiendan a las familias contar con un presupuesto familiar, el cual les permita disfrutar de esa estabilidad financiera y hacerle frente a cualquier imprevisto.
Sin embargo, de acuerdo con diversos especialistas financieros, muchas familias caen en errores comunes en la planificación y acción de esta estrategia, lo cual lleva a desequilibrios económicos y dificultades para alcanzar sus metas económicas.
En esta ocasión en DeDinero te compartimos algunos de los errores más frecuentes en la administración del dinero en el hogar.
Uno de los errores más comunes es no establecer una planificación clara; cientos de personas no llevan un registro detallado de sus ingresos y gastos, lo que llega a dificultar el control del flujo del capital familiar.
Al no tener un presupuesto, los gastos se pueden realizar de manera descontrolada hasta llegar a un endeudamiento, lo cual desequilibrará la economía del hogar, y podrá conducir a conflictos entre las cabezas de la familia.
Para evitar este error, se recomienda elaborar un presupuesto mensual, en que se integren cada uno de los ingresos y los gastos fijos que se generan durante ese periodo, como pueden ser el pago de la hipoteca o renta, alimentación, transporte y gastos escolares; además, es vital que este se revise de forma regular.
Una de las ventajas que ofrece la planificación de un presupuesto es la posibilidad de crear un fondo de ahorro que permita hacerle frente a algún imprevisto; sin embargo, cientos de personas se olvidan de crear un apartado para el ahorro, lo que en algún momento puede generar que la familia al verse involucrada en una necesidad de emergencia tengan que recurrir a préstamos, lo que incrementará el riesgo de endeudamiento.
Es por ello que se recomienda destinar una parte del ingreso mensual a un fondo de ahorro, para poder alcanzar un monto que cubra al menos de tres a seis meses de gastos básicos.
Los gastos hormiga, como el café diario, las comidas fuera de casa o las compras impulsivas, pueden parecer inofensivos, pero se acumulan rápidamente y pueden desequilibrar el presupuesto.
No es necesario eliminar por completo estos gastos, pero es importante ser consciente de ellos y establecer límites. Llevar un control de los pequeños gastos diarios ayuda a identificar dónde se puede ahorrar.
La planificación de un presupuesto requiere disciplina y seguimiento constante. Para evitar los errores ya antes mencionados, es vital que a cada uno de los miembros de la familia se les haga participe de este, para que puedan conocer su importancia y puedan alcanzar metas económicas a largo plazo, con un enfoque consciente y proactivo.