Ir al supermercado o a una plaza comercial en la Ciudad de México podría dejar de incluir ese gasto extra que tanto molesta: el del estacionamiento. Una nueva propuesta presentada ante el Congreso capitalino busca que los consumidores que acrediten haber realizado compras en el lugar no paguen por el uso del estacionamiento, lo que podría transformar la relación entre clientes, comercios y administradores de inmuebles en la capital del país.
El pasado 15 de abril, un diputado presentó una iniciativa para modificar la Ley de Establecimientos Mercantiles de la Ciudad de México, con el objetivo de prohibir el cobro de estacionamiento en plazas comerciales, tiendas departamentales y supermercados, a los usuarios que consumen productos o servicios dentro del establecimiento.
Si los consumidores ya están gastando dentro del lugar, no debería cobrarles un monto adicional por estacionar su vehículo en el mismo inmueble.
De acuerdo con los detalles de la propuesta legislativa, el estacionamiento será gratuito por un período mínimo de dos horas para aquellas personas que presenten un ticket de compra o consumo que compruebe que realizó alguna transacción en el establecimiento.
En algunos casos, incluso podría extenderse a más tiempo dependiendo del monto gastado o del giro comercial del lugar, como cines, gimnasios o clínicas, donde la permanencia suele ser mayor.
Este planteamiento surge como respuesta a una problemática recurrente que afecta a los capitalinos: el cobro por el uso de estacionamientos en centros comerciales, una práctica que ha sido criticada durante años por organizaciones civiles y consumidores.
El objetivo de la medida es evitar el “abuso” de las empresas que, a pesar de recibir ingresos por las compras de los usuarios, les imponen un cobro adicional por estacionarse, aun cuando el inmueble esté diseñado para recibir a quienes van a consumir.
Actualmente, muchos centros comerciales en la CDMX cobran entre 15 y 40 pesos por hora o fracción, lo que representa un gasto que puede superar los 100 pesos por visita dependiendo del tiempo de estancia, afectando directamente la economía familiar.
En un escenario donde se busca incentivar el consumo y reactivar la economía local, la eliminación de este cobro podría representar un alivio para los bolsillos de los capitalinos.
Algunos locatarios y administradores de plazas comerciales han manifestado preocupación por la posible pérdida de ingresos que representa dejar de cobrar por estacionamiento, aunque otros lo ven como una forma de aumentar la afluencia de clientes y generar mayor lealtad hacia los comercios establecidos.
La discusión se encuentra en una etapa temprana, pero el debate está sobre la mesa. ¿Debe cobrarse estacionamiento si ya estás gastando dentro del lugar? ¿Hasta qué punto es justo este cobro en una ciudad que promueve el acceso a servicios y derechos básicos? ¿Y cómo impactaría esta medida a largo plazo en el modelo de negocios de las plazas comerciales?
Mientras se define el futuro de esta iniciativa, lo cierto es que ha generado una amplia conversación ciudadana y ha puesto de nuevo sobre la agenda pública un tema.