Todo es dinero

Haz tu propio champú sólido a base de miel; Tecnología Doméstica de la Profeco

Esta propuesta es natural, casera y económica

Shampoo sólido que Profeco recomienda hacer (Foto: Canva)
13/04/2025 |11:12
Itzel Navarrete
Periodista de finanzasVer perfil

En un mundo donde las preocupaciones por el medio ambiente están en constante aumento, los consumidores buscan cada vez más alternativas sostenibles y naturales para sus rutinas de cuidado personal.

Un claro ejemplo de esta tendencia es el champú sólido a base de miel, un producto que combina la efectividad de un tratamiento capilar con la conciencia ambiental.

El champú sólido no es una moda pasajera, sino una solución innovadora que se posiciona como una excelente alternativa frente a los que dominan el mercado.

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La miel tiene propiedades antibacterianas que ayudan a limpiar el cuero cabelludo sin alterar su equilibrio natural. Además, es un excelente humectante, lo que significa que puede retener la humedad, evitando que el cabello se reseque, y otorgando .

Shampoo sólido que Profeco recomienda hacer (Foto: Canva)

¿Cómo hacer tu propio champú sólido a base de miel?

La receta, proporcionada por la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), no solo te permite disfrutar de un producto natural y ecológico, sino que también te ayuda a cuidar tu bolsillo.

Esta receta casera te permitirá obtener un champú de calidad sin tener que gastar grandes cantidades de dinero en productos comerciales. A continuación, te mostramos los ingredientes y los pasos para prepararlo:

Ingredientes:

  • 500 g de tensoactivo SCI
  • 200 g de ácido esteárico
  • 140 g de manteca de karité
  • 5 g de cúrcuma
  • Aceite esencial de tu preferencia
  • 200 ml de agua
  • 150 g de miel pura de abeja

Utensilios:

  • Moldes de silicón para cupcakes
  • Cubrebocas
  • Espátula
  • 1 tazón grande de vidrio
  • 3 tazones pequeños de vidrio
  • 3 cacerolas

Instrucciones:

  1. Colócate el cubrebocas.
  2. Pon el tensoactivo en el tazón grande, añade el agua, mezcla, lleva a baño María y tapa la cacerola.
  3. Pon a baño María, por separado y sin tapar, la manteca de karité y el ácido esteárico. Cuida que al ácido no le caiga agua.
  4. Remueve el tensoactivo (que seguirá a baño María) hasta obtener una consistencia homogénea, sin grumos.
  5. Mezcla muy bien la miel con la cúrcuma. Cuando la manteca de karité esté líquida, añádela al tensoactivo (que seguirá a baño María) e incorpora perfectamente.
  6. Agrega la mezcla de miel y cúrcuma, revuelve muy bien y añade el ácido esteárico, que deberá estar líquido y caliente.
  7. Bate hasta obtener una consistencia viscosa. Retira la mezcla del baño María, espera a que se enfríe a temperatura ambiente; después añade 100 gotas del aceite esencial e incorpóralas.
  8. Rellena los moldes ayudándote de la espátula y asienta la mezcla golpeándolos contra la mesa. Pasadas 24 horas el champú estará listo para desmoldar y usar.

Este champú sólido a base de miel no solo es fácil de hacer, sino que también es muy efectivo en su propósito: limpiar el cabello de manera suave, hidratante y sin los químicos agresivos que suelen encontrarse en los productos comerciales.

Al ser una receta proporcionada por Profeco, se busca promover la cultura del ahorro y la autogestión, lo que permite a los consumidores producir productos de calidad sin tener que pagar precios elevados.

Este tipo de champú ofrece ventajas en cuanto a su duración y facilidad de transporte. Debido a que está en formato sólido, el producto dura más que los líquidos tradicionales, ya que no contiene agua, uno de los ingredientes principales de los champús convencionales.

Su tamaño compacto facilita su almacenamiento y transporte, lo que lo convierte en una excelente opción para viajes o para personas que buscan reducir su huella de carbono en su día a día.

El mercado mexicano está experimentando un cambio hacia productos de consumo más responsables y conscientes, lo que abre una ventana de oportunidades para marcas locales que apuestan por la sostenibilidad y la innovación.

Los consumidores mexicanos están cada vez más interesados ​​en productos que no solo mejoren su bienestar, sino que también tengan un impacto positivo en el entorno que los rodea.