En una noche aparentemente fortuita en el prestigioso casino Marina Bay Sands en Singapur, un evento inusual capturó la atención de jugadores y transeúntes por igual. Los siguientes hechos se hicieron virales y la historia fue extraída de datos disponibles en Internet.
Y es que un hombre, tras ganar una suma colosal de 4 millones de dólares en una partida de baccarat, sufrió un ataque cardíaco, desplomándose ante la mirada atónita de los presentes.
Era una noche vibrante, con el típico bullicio de un casino lleno de esperanzas y sueños. Entre el sonido de las fichas y el repartir de cartas, un hombre, cuyo nombre permanece en el anonimato, experimentó el clímax de su vida al ganar 4 millones de dólares.
Instantes después, el giro dramático de los eventos se manifestó cuando cayó al suelo, víctima de un infarto.
El personal del casino no tardó en reaccionar. Las cámaras de seguridad captaron el momento crítico y el video se hizo viral en cuestión de horas.
Testigos describieron cómo miembros del equipo de seguridad y otros empleados acudieron rápidamente a asistir al hombre, mientras una mujer, al parecer su acompañante, emitía gritos desesperados por ayuda.
Un miembro del personal intentó realizar maniobras de reanimación cardiopulmonar, un esfuerzo vital que, según expertos, puede ser decisivo en momentos así.
Eventos de este calibre llevan a preguntar sobre las causas y los riesgos asociados a emociones extremas.
Según estudios, la liberación abrupta de adrenalina debido a un shock emocional, como ganar una cantidad enorme de dinero, puede provocar lo que se conoce como "cardiomiopatía por estrés" o síndrome del corazón roto, una condición temporal que afecta la función cardíaca.
Este no es el primer caso donde emociones intensas en un casino terminan en consecuencias fatales. En 2002, un hombre en Atlantic City sufrió un destino similar tras ganar 10 mil dólares.
Además, otro incidente reportado involucró a David A. Jagolinzer, quien después de una noche en Las Vegas, sufrió un paro cardíaco que eventualmente llevó a su fallecimiento.
Este tipo de incidentes plantea preguntas importantes sobre la responsabilidad de los establecimientos de juego. ¿Deberían los casinos ofrecer asistencia médica inmediata? ¿Están preparados para manejar situaciones de esta magnitud? Más allá de la obligación legal, existe un debate ético sobre el cuidado y la protección de los visitantes en estos entornos altamente cargados.