De acuerdo con diversos psicólogos, los problemas de las parejas se intensifican cuando el no alcanza o no se realizan de forma equitativa las aportaciones en el hogar. Y es que el saber gestionar de forma correcta el dinero es importante para el bienestar individual y en conjunto.

Y es que, según estos especialistas, las relaciones no solo se sostienen del amor y el respeto, sino que también en estas debe existir una estabilidad emocional, compatibilidad financiera y, lo principal, una buena comunicación. Sin embargo, cuando esto no existe, la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros () lo califica como infidelidad financiera.

Es por ello que esta ocasión en DeDinero, te hablaremos sobre la infidelidad financiera y cómo se puede superar.

¿Qué es la infidelidad financiera?

La Condusef manifiesta que cuando las personas normalmente hablan sobre infidelidad, generalmente piensan solo en traiciones como besar a otras personas, mantener dos relaciones al mismo tiempo. Sin embargo, la infidelidad financiera ocurre cuando una persona oculta, miente o es deshonesta en temas sobre su situación financiera.

Un ejemplo de esto es cuando una pareja planea irse a vivir juntos; sin embargo, en esa transición, una parte descubre que su contraparte tiene deudas.

La Condusef menciona algunos claros ejemplos sobre este tipo de infidelidad:

  • Ocultar deudas.
  • Realizar gastos o compras sin informar.
  • Mentir sobre los ingresos.
  • Solicitar préstamos sin avisar a la pareja.
  • Usar ahorros en común sin consultar.
  • Hacer inversiones sin previo acuerdo.

Por otro lado, este organismo financiero gubernamental menciona las señales más comunes cuando una persona ha experimentado este tipo de infidelidad:

  • Movimientos bancarios inesperados.
  • Cambio de actitud cuando se tocan temas financieros.
  • Cobros desconocidos en las cuentas.
  • Paquetes o productos inesperados en casa.

¿Cómo evitar la infidelidad financiera?

Ser sincero sobre las finanzas de cada uno.

Ser siempre comprensivo y no recriminar a la pareja cuando haya un tema de dinero.

Clasificar las deudas y gestionar de forma correcta los ingresos y gastos.

Si existen deudas que no se hayan acordado, hablar y acordar las formas de pago.

Armar un plan financiero dándole prioridad al ahorro con el que puedan cumplir sus metas a futuro.

Aunque existe un dicho que dice: “Cuando el dinero sale por la puerta, el amor sale por la ventana”; esto no debe de ser así, cuando la pareja mantiene una buena comunicación y aprende a gestionar de forma correcta su capital.

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