La Inteligencia Artificial o IA en el sector financiero ayuda a obtener información mediante el análisis de datos, la medición del desempeño, la previsión y pronóstico, los cálculos en tiempo real, el servicio al cliente, el servicio de información inteligente y más.
El conjunto de tecnologías permite a las organizaciones de servicios financieros comprender mejor los mercados y los clientes, además de que les ayuda a analizar y aprender.
La IA en las finanzas puede ayudar en cinco áreas de esta disciplina: personalización de servicios y productos, creación de oportunidades financieras, gestionar riesgos y fraudes, garantizar la transparencia y el cumplimiento, y automatizar operaciones y reducir costos.
La integración de inteligencia artificial y aprendizaje automático en el software de planificación financiera ofrece importantes beneficios, los cuales son:
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Automatización
La inteligencia artificial puede ayudar a automatizar flujos de trabajo y procesos, trabajar de forma independiente y responsable y mejorar la toma de decisiones.
Por ejemplo, la Inteligencia Artificial puede fortalecer el enfoque centrado en el cliente del banco con servicios bancarios digitales más flexibles y personalizados que respondan a las necesidades de los clientes de forma más rápida y segura.
Eficiencia
Cuando se utiliza la IA para realizar tareas repetitivas, podemos centrarnos en actividades más estratégicas y que requieren más de nuestro tiempo.
La inteligencia artificial se puede utilizar para automatizar procesos como revisar o resumir documentos, transcribir llamadas telefónicas o responder preguntas de los clientes.
Velocidad
La Inteligencia Artificial puede procesar más información más rápido que un humano y descubrir patrones y relaciones en los datos que una persona común podría pasar por alto.
Esto significa tener conocimiento más rápido para impulsar la toma de decisiones, la comunicación, el modelado de riesgos y la gestión del cumplimiento de pagos.
El aprendizaje automático es una rama de la inteligencia artificial que permite que un sistema aprenda y evolucione de forma autónoma utilizando redes neuronales y aprendizaje profundo sin estar programado específicamente por una persona para enviar grandes cantidades de datos.