En la sociedad contemporánea, la elaboración de un testamento se ha convertido en un tema crucial para muchas personas que desean asegurar el destino de sus bienes y patrimonio una vez que ya no estén presentes.
A menudo, la falta de un testamento puede llevar a disputas familiares y complicaciones legales que podrían haberse evitado con una planificación adecuada. En muchos casos, las leyes de sucesión intestadas pueden determinar cómo se distribuyen los bienes de una persona fallecida, lo que podría no reflejar sus deseos y podría dejar a ciertos seres queridos sin la provisión que necesitan.
Como fue el caso de los familiares de Frederick Ward, quién cambió su testamento antes de fallecer porque se sentía decepcionado, dividiendo la herencia en montos desproporcionados.
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El adulto mayor falleció en el 2020 a los 91 años, el ex soldado comentó que se sentía decepcionado y dolido con las hijas de su fallecido hijo Fred Jr. ya que, durante las tres veces que estuvo hospitalizado por una enfermedad pulmonar, ninguna de las chicas fue a visitarlo.
Frederick decidió dejarles a sus hijos Terry Ward y Susan Wiltshire una cantidad de 450 mil euros (aproximadamente 8 millones 262 mil pesos) mientras que, a sus nietas, hijas de Fred Jr., recibieron cada una 50 euros (918 pesos).
Las chicas enojadas por la decisión de su abuelo decidieron acudir a los tribunales para reclamar por la parte que les correspondía por la herencia. Sin embargo, el juez Máster James Brightwell, del Tribunal Superior de Londres en Estados Unidos, les comentó que el señor Frederick Ward, hizo el cambio del testamento completamente racional, además de recordarles que las cinco mujeres no estuvieron presentes cuando el adulto mayor las necesitó.
Es un documento legal que una persona redacta para especificar cómo desea que se administren sus bienes y propiedades después de su fallecimiento.
También puede incluir disposiciones sobre la custodia de hijos menores, la designación de tutores, y otros asuntos relacionados con la herencia.
En un testamento, el testador (la persona que lo redacta) nombra a uno o más beneficiarios que recibirán sus activos y puede designar a un ejecutor testamentario para asegurar que se cumplan sus deseos según lo establecido en el documento.