TikTok se ha convertido en un epicentro de ventas, pues no solo contiene cantos y bailes virales, sino que varios usuarios generan ingresos por recomendar productos a través de enlaces de Amazon.
Sin embargo, en medio de este contexto, surgieron los 'desinfluencers', un grupo de tiktokers que desafían las compras impulsivas y aquí te explicamos esta nueva tendencia.
La etiqueta #deinfluencing se volvió viral recientemente y ganó popularidad hasta alcanzar casi 600 millones de visualizaciones, donde destaca la figura de Michelle Skidelsky, una canadiense que invita a la reflexión antes de comprar ropa o artículos estacionales.
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Así es como, contra el fast fashion y las microtendencias, está influencer se centra en utilizar lo que ya poseemos y evitar gastos innecesarios.
Aunque el "desinfluencing" tiene distintas caras: algunos acusan a otros creadores de hacer sentir mal a los usuarios sin ofrecer argumentos, mientras que otros invitan con humor a valorar lo que ya tenemos antes de comprar algo nuevo.
Esta tendencia global ha llevado a los creadores de contenido a mejorar su credibilidad, pues conviene evitar las menciones de productos de baja calidad para proteger los intereses del consumidor y para contrarrestar la percepción de que promocionan cualquier artículo por dinero.
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El enfoque no se centra en sostenibilidad o debates sobre consumismo, sino en ofrecer alternativas y proteger la calidad del producto. El 'desinfluencing' se centra en mejorar las elecciones del consumidor, sin adentrarse en debates más amplios sobre el impacto ambiental o la sostenibilidad.
