Hablando de dinero, hoy vamos a recordar uno de los momentos más entrañables y recordados de la icónica serie El Chavo del 8 de Roberto Gómez Bolaños.
Se trata de una situación conmovedora en la relación entre Don Ramón y el Señor Barriga, específicamente cuando el propietario de "La Vecindad" decide perdonar los 14 meses de renta que Don Ramón le debía en dicha historia.
Personalmente, yo vi ese acto como un ejemplo claro del carácter cómico y sentimental que caracteriza al programa, el cual está siendo transmitido nuevamente en la televisión abierta.
¿Por qué el Señor Barriga no corre a Don Ramón?
En El Chavo del 8, Don Ramón era un personaje protagonista atormentado por sus deudas, especialmente los 14 meses de renta que debía al Señor Barriga, el dueño de la vecindad donde vivía.
La serie nunca especifica el monto exacto de la renta, pero podemos inferir que, en el México de los años 70, el alquiler en una vecindad oscilaba entre 10 y 20 pesos mexicanos al mes, acorde al poder adquisitivo de la época.
Así, la deuda total habría sido de entre 140 y 280 pesos, una suma considerable para alguien como Don Ramón, quien enfrentaba constantes dificultades económicas, pues no tenía empleo y mantenía a su hija, La Chilindrina.
Esta deuda se convirtió en un elemento recurrente de la trama, dando pie a situaciones cómicas y también a momentos emotivos que reflejaban la relación entre los personajes.
El perdón de los 14 meses de renta por parte del Señor Barriga no ocurrió en un solo episodio, pero hay uno principal que enseguida te voy a describir.
1. La pelea de boxeo perdida
En un episodio transmitido la semana pasada en televisión abierta, el Señor Barriga menciona que Don Ramón fue clave para que ganara una apuesta en el pasado, gracias a una pelea de boxeo que Don Ramón perdió.
El Señor Barriga le dijo a Don Ramón "usted me salvó la vida", mientras miraba un álbum de fotos en donde el papá de La Chilindrina aparecía en su época de gladiador.
Enseguida, le inventó una historia: "usted me salvó la vida, yo debía mil pesos, no tenía dinero y gracias a usted gané la apuesta que justamente eran mil pesos". "Le perdono la renta; ya no me debe nada", dijo conmovido.
Minutos antes, el Señor Barriga había echado a la calle a Don Ramón y a su hija, harto de que no le pagara la renta. Pero luego se le ablandó el cora.
Justo cuando Don Ramón guardaba sus pocas cosas, el Señor Barriga miró el álbum y, como quien dice, pensó rápido. Al salir de la vivienda de Don Ramón, se encontró al Profesor Jirafales quien había escuchado todo desde la ventana y este le pregunta: ¿Es verdad todo lo que dijo, Señor Barriga?
A lo que el dueño de la vecindad negó con la cabeza para decir: "¿Si los corro, a dónde va a ir esa gente?".
El recuerdo de este evento generó una simpatía especial en el Señor Barriga hacia Don Ramón.
2. Actos de amistad y solidaridad
Don Ramón, a pesar de sus problemas económicos, mostró gestos de amistad hacia el Señor Barriga en varias ocasiones. En episodios como las fiestas de la vecindad, Don Ramón invitó al Señor Barriga a participar, haciéndolo sentir bienvenido y parte del grupo. Estos momentos ayudaron a fortalecer el lazo entre ambos personajes.
3. Un hombre serio con gran corazón
El Señor Barriga era un personaje de gran corazón, y aunque su papel inicial era el de un cobrador estricto, con el tiempo demostró su lado más empático. Comprendía las dificultades de Don Ramón y, en lugar de actuar con dureza, optaba por mostrar empatía y perdonarle parte de la deuda.
¿Cuánto dinero debía Don Ramón realmente?
Aunque la serie nunca menciona una cifra específica, se puede hacer una estimación basada en el costo promedio de alquiler en vecindades de México durante los años 70. Si suponemos que la renta mensual oscilaba entre 10 y 20 pesos, la deuda total podría haber sido de 140 a 280 pesos. Para la época, esta cantidad representaba una carga considerable para una familia de clase trabajadora.
El perdón de los 14 meses de renta por parte del Señor Barriga a Don Ramón es una de las historias más memorables de El Chavo del 8. Refleja no solo el humor característico de la serie, sino también los valores de amistad, empatía y humanidad que transmitía a su audiencia.
