Cuando el titular de un crédito automotriz fallece, la deuda no desaparece automáticamente, sino que debe ser gestionada de acuerdo con las leyes y regulaciones correspondientes. Conoce los detalles en DeDinero sobre qué pasa con el auto que está financiado con un crédito automotriz.
La Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef) menciona que el manejo de esta deuda depende de varios factores, como la existencia de seguros, los bienes que deja el fallecido y la relación de las personas herederas con la deuda.
Es común que los créditos automotrices incluyan un seguro de vida o de protección de pagos que cubra el saldo de la deuda en caso de fallecimiento. Si el titular del crédito contaba con este tipo de seguro, la aseguradora se encargará de liquidar el monto pendiente, lo que alivia la carga financiera de los herederos o la familia.
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Es importante verificar que los herederos revisen si este tipo de seguro fue contratado al momento de firmar el crédito.
Si no existe un seguro que cubra la deuda, la responsabilidad de esta pasa al patrimonio del fallecido. Los bienes que poseía la persona, incluidos aquellos que pueda heredar su familia, serán utilizados para cubrir las deudas, incluido el crédito automotriz.
En este caso, el vehículo financiado también se considera parte del patrimonio y puede ser vendido para pagar la deuda pendiente. Solo si, después de liquidar las deudas, quedan activos, estos se reparten entre los herederos.
Es importante destacar que los herederos no heredan las deudas de manera directa. Sin embargo, si aceptan la herencia, también aceptan las obligaciones asociadas, lo que podría implicar tener que vender o entregar el vehículo para pagar el saldo del crédito.
Si el crédito automotriz fue solicitado con un aval o si existía un cotitular en el préstamo, la responsabilidad de la deuda recae sobre esa persona. El avalista o cotitular está legalmente obligado a seguir pagando las cuotas pendientes hasta que la deuda sea saldada.
En casos donde ni el patrimonio del fallecido ni los herederos puedan cubrir la deuda, el prestamista puede solicitar la devolución del automóvil o incluso proceder a un embargo del mismo. El vehículo es un bien que respalda el crédito, por lo que su recuperación es una opción para saldar la deuda.
La deuda de un crédito automotriz no se extingue con el fallecimiento del titular, sino que debe ser resuelta mediante seguros, el patrimonio del fallecido o, en última instancia, mediante la entrega del vehículo al acreedor.