No hay dudas de que las personas necesitamos del trabajo para generar nuestros propios ingresos y poder llevar adelante nuestra vida diaria. Sin embargo, muchas veces nos recargamos de tareas o incrementamos la cantidad de tiempo que le dedicamos a estas obligaciones que terminan influyendo negativamente en nuestra vida y salud mental.

La necesidad de contar con el suficiente para hacerle frente al pago de impuestos y servicios, la compra de comida y demás gastos personales, nos llevan a adquirir una rutina que se convierte en una carga para nuestra vida. Esto sucede en muchos casos y se establece como algo monótono y mecánico que no nos atrevemos a cuestionar, aunque lo estemos padeciendo.

Si eres de esas personas que están buscando hallar un equilibrio entre vida y trabajo debes entender en primer lugar que eres tú quien debe trabajar en ciertos aspectos para lograr el . Así como eres quien acepta tareas y horarios, puedes ser quien mejore algunas rutinas y le dé el lugar que se merece al esparcimiento, la actividad física, el merecido descanso y el contacto con la sociedad.

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En torno a este tema, desde la consultora líder en reclutamiento Michael Page nos invitan a no quedarnos de brazos cruzados y tomar las riendas de la situación. Es por ello que han elaborado una serie de consejos que pueden resultar muy útiles para comenzar a dimensionar mejor el equilibrio que buscamos entre trabajo y vida, sin descuidar por supuesto el necesario ingreso de dinero.

  • Se abierto sobre lo que necesitas: se trata de evaluar cómo es tu trabajo, el desempeño que tienes, si la carga horaria es la correcta o si se pueden mejorar todos estos factores. De esta manera se puede tener una visión más amplia del desequilibrio entre trabajo y vida, por lo que será más fácil abordar el tema con tu jefe.
  • Respetar el equilibrio: tanto tú como tu jefe deben acordar respectar la nueva rutina y ser flexibles ante ciertas situaciones. Eso ayudará a que sea algo debidamente establecido y respectado.
  • Gestiona tu tiempo: no se trata solo de estructurar los horarios de nuestras obligaciones laborales. Debemos incluir actividades personales en nuestro esquema, de esta manera le daremos el lugar que se merecen y hallaremos equilibrio.
  • Aprende a decir no: decir siempre sí puede llevarnos a trabajar demasiado y a asumir más cosas de las que podemos manejar por lo que es necesario evitarlo. Dar una breve explicación de por qué no podemos es una excelente forma de responder y así evitar sentirnos mal por decir no.
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